Experimentando Reiki a cada momento

En la carpeta "Reiki" de mi computadora hay todo tipo de material: libros, videos, artículos, investigaciones, entre otros. En general la información que me resulta más interesante está en inglés como por ejemplo una nota publicada en el 2011 en la revista Reiki News Magazine y que hace años traduje para el grupo de facebook Reiki en Uruguay. El artículo se llama Experiencing Reiki Every Moment, fue escrito por la maestra Natalia Pisetskaya y me interesa compartirlo por la forma en que describe Reiki: "una isla de cielo en el océano tormentoso de la vida". 

¿Qué se siente durante una sesión de Reiki?

Generalmente ante una nueva experiencia, como por ejemplo recibir Reiki por primera vez, nos preguntamos cómo será o, en este caso, qué sensaciones o efectos habrán. Sobre cómo es la dinámica de una sesión estándar ya hablé en la entrada anterior pero esta pregunta de ¿qué sentiré? quedó ausente. 

La primera vez que recibí Reiki fui a la sesión preguntándome exactamente esto ¿cómo reaccionaré? La respuesta la tuve a los poquitos minutos: un estado de gran relajación, calor, suspiros y bostezos varios. Y luego esa liviandad difícil de explicar, como si el cuerpo no pesara absolutamente nada.

¿Cómo es una sesión de Reiki?

En la entrada anterior dijimos que no hay límites en cuanto a lugares o momentos para aprovechar los beneficios de Reiki. Sin embargo hay un modelo o un tipo de sesión estándar : hoy vamos a ver cómo es o qué podemos esperar cuando asistimos a una. 

En principio sepamos que el encuentro tendrá una duración de entre 40 y 60 minutos. Antes de comenzar, el reikista tal vez pregunte si ya conoce el método, si tiene algún dolor particular o algún otro dato que pueda ser útil o necesario. Es importante tomar en cuenta que el reikista no realiza diagnósticos, no "ve" si el receptor está bien o mal física o emocionalmente, no recomienda abandonar tratamientos o exámenes médicos y no hace futurología ni videncia. 

Reiki en cualquier lado

Muchas veces quienes no practican Reiki no saben que para recibir y disfrutar de la energía no es necesario grandes artilugios ni lugares o situaciones determinadas. Otras veces, son los mismos practicantes quienes marcan límites a algo que no lo tiene. 

Les propongo imaginar la siguiente escena: dos personas amigas están compartiendo un rato libre en una plaza. Una de ellas es reikista y entre ambas se produce este diálogo: 

-¿Me pasas Reiki?

-Si, claro

-Gracias ¿cómo me pongo para que sea más cómodo? 

-Ah ¿pero acá? No, acá no se puede. Tenés que estar en la camilla, sin zapatos, sin cinturón, ni reloj ni esa cadenita que tenés puesta. Bueno, en realidad nada de metal. Además acá hay mucho ruido de autos y gente, y tendría que tener música con campanitas cada tres minutos y velas y aromita rico. 

¡Qué complicado! pensará-y con razón- la persona que se quedó sin recibir energía.

¿Qué es Reiki?

El término japonés Reiki está compuesto por dos kanjis que significan espiritual o sagrado (Rei) y energía (ki). El ki es la energía vital que integra cada ser y que se puede subdividir en siete energías diferentes que conviven y trabajan simultáneamente. Reiki es una de ellas y tiene como característica principal la armonización del cuerpo físico, mental y espiritual. Así, esta energía no es exterior a nosotros sino que nos integra aunque muchas veces se encuentre "dormida". 

Actualmente esta palabra se utiliza como sinónimo de un método originado a principios del siglo XX por el Sensei Mikao Usui, un japonés nacido en una familia de samurais, practicante de artes marciales y gran estudioso de la filosofía budista, la psicología y la medicina, que trabajó con esta energía como forma de alcanzar el bienestar y la felicidad.