¿Qué se siente durante una sesión de Reiki?

Generalmente ante una nueva experiencia, como por ejemplo recibir Reiki por primera vez, nos preguntamos cómo será o, en este caso, qué sensaciones o efectos habrán. Sobre cómo es la dinámica de una sesión estándar ya hablé en la entrada anterior pero esta pregunta de ¿qué sentiré? quedó ausente. 

La primera vez que recibí Reiki fui a la sesión preguntándome exactamente esto ¿cómo reaccionaré? La respuesta la tuve a los poquitos minutos: un estado de gran relajación, calor, suspiros y bostezos varios. Y luego esa liviandad difícil de explicar, como si el cuerpo no pesara absolutamente nada.
A medida que fueron pasando las sesiones, otras sensaciones fueron apareciendo: por ejemplo la risa. Una risa explosiva, liberadora y contagiosa. Tanto que "mi" reikista (luego maestra y amiga, Patricia Sueta) muchas veces terminó riendo conmigo sin saber el porqué :) 

Obviamente no todas las personas sienten lo mismo, ni lo viven de la misma forma. Cada experiencia es única y, por tanto, cada uno tendrá sus propias sensaciones que a veces coinciden con las de otros y otras veces, no. 

Entre las coincidentes y más habituales podríamos nombrar: 

• calor, tanto a nivel general como en la zona donde están puestas las manos del reikista
• relajación, sensación de "flotar" 
• sensación de cosquilleo
• bostezos
• suspiros
• quedarse dormido
• necesidad de orinar
• "pulsaciones" o leves pinchazos en la zonas del cuerpo que se esté tratando (en general esto sucede cuando se trata una parte afectada por dolor)
• lagrimeo

Como dije, esto no va a suceder NECESARIAMENTE. Puede que sí, puede que no. Y que aparezcan estas u otras manifestaciones no quiere decir que sea "bueno" o "malo", quiere decir que la energía está actuando en nuestro organismo con el fin de que logremos equilibrio y bienestar. 

Y hablando de risa, miren este video de risa contagiosa en una parada de ómnibus