En la carpeta "Reiki" de mi computadora hay todo tipo de material: libros, videos, artículos, investigaciones, entre otros. En general la información que me resulta más interesante está en inglés como por ejemplo una nota publicada en el 2011 en la revista Reiki News Magazine y que hace años traduje para el grupo de facebook Reiki en Uruguay. El artículo se llama Experiencing Reiki Every Moment, fue escrito por la maestra Natalia Pisetskaya y me interesa compartirlo por la forma en que describe Reiki: "una isla de cielo en el océano tormentoso de la vida".
Experimentando Reiki a cada momento (Experiencing Reiki Every Moment by Natalia Pisetskaya. Winter 2011, Reiki News Magazine)
Hace aproximadamente un año, después de asistir a una meditación en grupo una mujer se me acercó y me preguntó si yo practicaba Reiki. Me comentó que su marido había sido diagnosticado con cáncer y le pareció que el Reiki sería útil para su caso. Mientras yo estaba feliz de responder "sí" a su solicitud, en el camino a casa pensé en lo que significa para mí tener una práctica Reiki. ¿Dónde y cómo lo practico?
Cuando digo " yo practico Reiki" no necesariamente quiere decir que sólo practico Reiki en otra persona. Hacer esto es una extensión de mi propia práctica diaria, un acto muy natural de compartir lo que ha llegado a ser tan significativo para mí. Reiki me trae paz y armonía en cada momento de mi vida y me siento inspirada para compartirlo en todas las formas posibles. ¿Sesión de Reiki ? ¡Sí! Clase de Reiki ? ¡Por supuesto! Pero también las cosas más simples: una sonrisa, una palabra y una bendición silenciosa que sale con cada respiración.
Al igual que la mayoría de la gente experimenté Reiki por primera vez a través de una sesión brindada por una amiga. La paz llegó con él. Luego, después de que tomé mi primera clase de Reiki, me tomaba tiempo en la mañana y en la noche para encontrar esa paz de nuevo. En lugar de buscar fuentes externas tenía la capacidad de hacer algo por mí misma. Reiki fluía a través de mis manos, me ayuda a encontrar seguridad interior. Esos tiempos se convirtieron en islas del cielo en el tormentoso océano de la vida. Mientras experimentaba las tormentas sabía que pronto me acercaría a mis pacíficas islas: utilizaría Reiki para hacer mi camino hacia la paz. Entonces se convirtió en mi compañero y mi guía.
Con el tiempo, la consistencia de mi práctica y mi compromiso interno para llevar a Reiki conmigo comenzaron a crear una realidad diferente para mí. Los efectos comenzaron a estar más presentes y aunque estuviera experimentando el estrés de la vida en la superficie, no me sentía totalmente atrapada. Había una parte de mí que no tenía nada que ver con eso.
Mi interior "quería quedarse relajado" y mantener el estado de paz mientras el cuerpo exterior estaba experimentando una respuesta de lucha o huída y de inmediato quería reaccionar de forma exagerada.
Empecé a notar que una parte de mi atención siempre estaba monitoreando mi estado interno y yo estaba lista para liberar cualquier cosa que obstruyera el flujo de paz. Reiki -que en primer lugar me había permitido experimentar el flujo armonioso de la energía en mí-me estaba enseñando a rendirme ante el principio del fluir en todo momento y en todo lugar.
Es a través de la virtud del fluir naturalmente que Reiki nos libera de la incomodidad; elimina el malestar y la tensión que de otro modo podría ser bloqueado en el cuerpo durante años, creando consecuencias perjudiciales.
Muchas veces en nuestras interacciones sentimos que la respuesta de lucha o huída se activa dentro de nosotros. Estos son los signos familiares: actitud defensiva, la necesidad de demostrar que tenemos razón, el juicio sobre la conducta de otra persona y la incomodidad extrema en el cuerpo que acompaña a todo esto. La bola de nieve de las interpretaciones mentales comienza a rodar y, si no estamos atentos, podemos tender a hacer exactamente lo que sentimos, ya sea luchar o huir. Por desgracia, en ese estado no somos capaces de tomar la decisión correcta ya que estamos obligados a seguir simplemente las ganas de hacer algo. Por lo general, esto se basa en los problemas emocionales no resueltos del pasado, desencadenados por los eventos actuales que no tienen nada que ver con lo que está sucediendo en el presente.
La neutralización de la respuesta de lucha o huida es un primer paso necesario. Restaurar el fluir es vital y eso es lo que hacemos con Reiki, sanando el problema sin resolver y liberándonos para estar completamente en el presente.
Nuestro autotratamiento diario crea el impulso para este proceso pero luego nos debemos parar en cada momento con la plena confianza de que Reiki está ahí para apoyarnos y ayudarnos a sanar. Es entonces cuando comenzamos a experimentar la energía Reiki que parece venir de nuestro centro, trayéndonos la paz y la comodidad para el cuerpo y la mente. Es a partir de ese flujo que llega la acción correcta. Y llega de esa forma natural y orgánica en la que Reiki nos proporciona todos los recursos que necesitamos.
Sin darnos cuenta algunos de nosotros gastamos una enorme cantidad de energía tratando de asegurarnos que los otros nos vean de la manera correcta y en tratar de forzar un resultado en particular. Con Reiki es muy simple: sin razonar, nos damos cuenta de la incomodidad y ¡liberamos! Sin tratar de defendernos, limitándonos a alinearnos a Reiki. ¿Qué se necesita para ser capaz de hacer eso? Solo un respiro. Vamos a hacerlo ahora :exhala y deja que la próxima respiración fluya. Invita a Reiki a ayudarte, a liberarte, a guiarte, y lo más importante, está abierto a recibir.
Con Reiki, te darás cuenta cómo te sientes centrado y serás capaz de responder de la manera correcta. A veces, incluso, no es necesaria ninguna acción o palabra y lo que hace un momento se percibía como un conflicto se convierte en algo que se está resolviendo por sí mismo. ¡La energía Reiki es muy poderosa! No funciona sólo exclusivamente contigo (sí, puede ser que llega a la situación a través de ti) pero funcionará en todos los involucrados. Reiki tiene que ver con el resultado más armonioso para todos y eso es lo que ves manifestado.
Lo que estoy describiendo es muy poderoso, notarás que Reiki va contigo siempre y siempre podrás contar con su gracia y a medida que practiques Reiki momento a momento se volverá más fácil cada vez. Con el tiempo será tu primera respuesta, Reiki fluirá automáticamente y te guiará y te podrás preguntar ¿Por qué antes me complicaba tanto la vida? ¿Por qué elegí asignar culpas a otros? ¿Por qué necesitaba probar que tenía razón? Después de todo sólo soy un ser humano, que puede estar equivocado también.
Es más fácil delegar el trabajo en Reiki que no tiene ego para complicar las cosas y con amor puede abrazar a todos nosotros, mostrándonos el camino para salir de la locura que colectivamente creamos.
Así que ¿cuándo y dónde practicamos Reiki? A cada momento. Reiki es una profunda corriente que nos conecta con la infinita sabiduría y el poder. Cuando nos conectamos con nosotros mismo sentimos ese apoyo invisible pero real de la luz. Pedimos Reiki para orientación y apoyo en todo y por todo… y recibimos una respuesta inmediata.
Si apenas estás comenzando a explorar Reiki, tienes mucho para esperar de él. El tratamiento diario es solo un comienzo, un punto de partida necesario para recordarle al cuerpo cómo se siente al estar en paz , lo que se siente al experimentar la alegría, lo que se siente ser libre para respirar y ser libre para vivir. Luego, cuando nos abrimos a lo que es posible, la práctica se expande para incluir a cada momento, de modo que cada momento se convierte en el momento de la paz.